Cierre de 2019: un año de transición
Superado el primer año de la presente legislatura, comparecemos públicamente, no para difundir una de nuestras variadas actividades, como es habitual, sino para retomar una presencia activa ante todo el colectivo de la ONCE.
Reconocemos haber vivido un paréntesis sociopolítico, con
independencia de nuestra actividad social y cultural permanente, pues
el final de la anterior legislatura nos dejó un poso de desazón
importante, al no poder contribuir a desbloquear la política interna
en clave de lograr la normalidad democrática, que hubiera supuesto
celebrar unas elecciones con concurrencia plural, como corresponde a
un funcionamiento democrático homologable. Sin embargo no hemos
tirado la toalla y, dentro del contexto difícil en que nos movemos en
la entidad, hemos ofrecido un diálogo institucional amplio y abierto,
que confiamos tenga un grado de utilidad aceptable para los objetivos
sociales que son el principal motivo de nuestro quehacer asociativo en
todos los ámbitos de participación social de PUEDO.
Aunque la oferta de diálogo es muy amplia en su formulación destacamos, como muestra ostensible, las tertulias convocadas, donde hemos podido contar con representantes de la dirección, algo novedoso, que nos anima y que deseamos continuar, pero que lógicamente debe ser solo la expresión de esa actitud de diálogo más global, que entendemos existe y que esperamos profundice en aspectos más decisivos de la vida interna.
Pero, naturalmente, esa voluntad de diálogo no puede ser incompatible con el sentido crítico que toda organización activa debe mantener respecto a su entorno social. Esto nos exige seguir apostando por las causas justas, que consideramos debemos defender dentro y fuera de la institución.
Por ello, en este último trimestre, hemos aplicado un criterio claro en defensa de la accesibilidad universal, un derecho inalienable de toda la ciudadanía, que tiene una repercusión singular para las personas con discapacidad. Eso nos llevó a participar activamente en la convocatoria de la concentración del pasado 2 de diciembre ante la Dirección General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad. En defensa de ese derecho, pero también en solidaridad con nuestros compañeros de ACIC, condenados en costas por el Supremo por denunciar a RENFE, cuya página web es inaccesible para las personas ciegas, aún hoy, 6 años después de la denuncia citada, aunque se hayan realizado mejoras técnicas puntuales en ese periodo. Pero la insensibilidad de la Administración General del Estado y de los tribunales de justicia ha sido palmaria en este caso y digna del reproche social y democrático que expresamos en esa movilización.
Por tanto, esa batalla por la accesibilidad seguirá siendo un punto fundamental de nuestra acción reivindicativa a todos los niveles. Pero igualmente, el empleo digno de las personas con discapacidad resulta también un objetivo prioritario. Por lo cual hemos apoyado las actuaciones de CCOO en el seno de la ONCE para demandar la concesión de la venta a las personas ciegas, que no cuenten con otro trabajo alternativo, así como la estabilidad en el empleo de aquellos vendedores con otras discapacidades, que cumplan los requisitos previstos en convenio. Todo ello, en el contexto de reclamar que la existencia, no deseable, del Canal físico complementario, CFC, al menos no suponga un condicionante impeditivo para la venta de la plantilla propia de vendedores con discapacidad de la ONCE, sometidos a una competencia desleal totalmente anómala, que no podemos aceptar.
En el desenvolvimiento de la Dirección en este último año, seguimos observando inclinaciones monolíticas que urge modificar, ya que su pervivencia implica la imposibilidad de abrir espacios a un nuevo formato de concurrencia democrática:
- La nueva fase del Plan ONCERCA nos parece absolutamente lesiva para ese respeto a la pluralidad interna. No obstante, hay algo más grave, si cabe, en ese proyecto. Se incurre en clara ilegalidad en el uso de los datos personales de la afiliación. Cada vez que se contacta con una persona afiliada, antes de que dé su autorización para utilizar sus datos, ya se está infringiendo la Ley, máxime cuando esta actividad se realiza por personal ajeno a la atención social, institucional o laboral que le es propia a la entidad. Este ejercicio ilegítimo del poder interno implica una absorción del colectivo por el grupo dominante, valiéndose de sus facultades de dirección de un modo irregular, que rechazamos abiertamente y combatiremos por todos los medios a nuestro alcance.
- -De otra parte, la confusión inevitada entre la imagen de la ONCE y la del grupo gobernante, Unidad Progresista, UP, crea un verdadero sinsentido en la percepción pública de la ONCE. Ello se ha plasmado de forma ostensible en la publicitación de las últimas convivencias de UP, en las que aparecía en los medios como actividad de la institución sin rubor alguno, incluso mediante mensajes de los máximos dirigentes, sin aclaración al respecto. Ese apoderamiento de la entidad por parte de un único grupo es inmoral y solo puede consentirse por existir una falta de información veraz total por parte de los medios, pero que podría ser clarificada por los responsables internos con un mínimo de coherencia, que por lo visto no interesa, para que todo se distorsione. Ya la nominación de los cargos políticos para el nuevo mandato, hace un año, mostró esa disfunción al publicarse como acuerdo de UP, y no como decisión del órgano de gobierno, el Consejo General de la entidad, que quedó solapado por la prevalencia de UP sobre la propia ONCE. Una escenificación obscena desde el punto de vista democrático y jurídico.
- -En otro orden de cosas, el retorno al Grupo social ONCE del ex Diputado y ex director general de discapacidad, Ignacio Tremiño, ahora designado como flamante director de Relaciones institucionales de Ilunion, demuestra con nitidez el uso que la ONCE hace de algunos de sus directivos con carnet político, en este caso del PP, para disponer de un verdadero lobby de la discapacidad a su servicio. Este cometido nos lo hizo presente el citado Tremiño, con ocasión de cualquier actuación crítica relativa a la ONCE dentro del Congreso o, en su día, del Ministerio, lo que hoy se le premia con un cargo lucido y muy bien remunerado en Ilunion. Es el típico y clásico “do ut des”, que tanto daña a la democracia y también a los intereses generales y específicos de las personas con discapacidad.
- -La denegación de facto de un local a PUEDO dentro de la ONCE, como lo disfrutan otras asociaciones vinculadas al colectivo, resulta ya un elemento obstructivo del clima de diálogo y de la igualdad de trato a las personas afectadas. Desde que renunciamos a actuar como grupo electoral, lo que ya viene ocurriendo desde 2011 y, si bien en un primer momento se nos facilitó seguir usando local, en 2015 se nos expulsó del mismo, aplicando una normativa electoral en la que nosotros no habíamos tomado parte. Ahora en esta nueva etapa, que antes hemos definido de diálogo, y que entendemos la dirección comparte, hemos reiterado nuestra demanda durante más de un año, sin respuesta alguna, a pesar de que, a comienzos del pasado octubre, se nos prometió pronta contestación.
Nosotros consideramos que, si no hay voluntad de integrar la diferencia con respeto, y en ese aspecto el asunto del local constituye una prueba fehaciente de esa actitud, cualquier gesto de diálogo es poco creíble. Por eso insistimos aquí, públicamente, para que se dé solución a este problema y no nos sintamos excluidos de una convivencia interna, que aspiramos a que sea armónica por encima de cualquier discrepancia objetiva, incluso en cuestiones de fondo sobre la vida institucional.
Pero evidentemente, por más que el local sea para PUEDO un tema relevante, nuestra actividad asociativa seguirá viva en el próximo año. Nos sentimos parte activa del colectivo y queremos acompañar su peripecia social, con nuestras actividades diversas, pero además, con nuestra acción reivindicativa en el ámbito interno y externo. Creemos plenamente compatible este proyecto con un espacio de diálogo institucional estable y coherente y pensamos que la dirección será capaz de comprender esta sana dialéctica.
Confiamos en que un nuevo gobierno de progreso en nuestro país imprima un impulso especial a los sectores sociales más vulnerables y abra un nuevo tiempo de ilusión colectiva y de expectativas sociales innovadoras y equitativas. Aspiramos asimismo a que la ONCE forme parte activa de ese proceso, mejorando su funcionamiento democrático y su compromiso social para que las personas con discapacidad se empoderen en la defensa de sus derechos y en la lucha por una calidad de vida digna.
Con este propósito, este mensaje quiere ser también el instrumento para desear a todo el colectivo una feliz Navidad, como tiempo de compartir valores y disfrutar de lo mejor de nosotros mismos y de la gente que nos rodea. De igual modo, apostar porque el nuevo año nos ofrezca la oportunidad de avanzar en los objetivos de libertad, igualdad y fraternidad que enmarcan una vida democrática plena para una sociedad más justa.
Fdo.: La Comisión Ejecutiva Estatal de PUEDO