Revista Joc Privat – Enero 2005 Noticia: Colectivos de la Once denuncian la grave situación financiera de esta organización La Once sigue siendo un foco de constantes noticias. La revelación de graves incidencias en la gestión de los juegos gestionados por esta organización que se suceden en los medios de comunicación generalistas coincide con las críticas crecientes de las familias integradas en la organización que constatan un alejamiento progresivo del espíritu inicial que presidía a la Once, al margen de la grave situación financiera por la que atraviesa, de la cual se acusa a sus actuales dirigentes. Es el caso, por ejemplo, del colectivo Defensor Objetivo de Ciegos Españoles (Doce), cuyo presidente, César Perelló, ha remitido a JP un comunicado en el que censura la prioridad de los intereses personales de la cúpula directiva por encima de los generales del colectivo. El comunicado enviado a nuestra revista destaca el deterioro en la convivencia de los vendedores a partir de la merma en sus sueldos, pues «más del 30% de la plantilla de vendedores cobra exclusivamente sueldo y trienios al no llegar al volumen de ventas exigido para percibir primas de productividad y comisiones de venta». Simultáneamente ha sido detectada la pérdida de mercado de los juegos de la Once. «Un vendedor jamás había ofertado tanta variedad de productos como lo hace hoy en día, cuando cinco años antes de la llegada de Carballeda a la Dirección se vendía muchísimo más con sólo dos opciones: el sorteo ordinario y el extraordinario de los viernes. La resultante es que en los sorteos de los viernes hemos perdido más de 7 millones de clientes; en los sorteos ordinarios, dos millones, y en los sorteos del domingo, más de un millón de clientes (…) Carballeda y su equipo no han sabido conseguir sorteos atractivos en televisión que motiven la venta y lamentablemente no se pueden publicitar los ganadores de nuestros sorteos, ni los vendedores que han proporcionado nuestros cupones porque la mayor parte de los días no tendríamos qué publicitar porque el cupón queda sin vender en la imprenta o en las delegaciones». |