LA ONCE JAMÁS REPARTIÓ OTRO PREMIÓ DE 10 MILLONES DE EUROS
Crece el escándalo
Ya son tres los premios que la Once aseguró que tocaron, pero en realidad jamás se repartieron. También el `Euromillonario' del 15 de agosto de 2001.
Además, la organización logró que Antena 3 TV y otros medios anunciaran una falsa ganadora.
Miércoles, 15 de agosto de 2001. Los populares presentadores de televisión Constantino Romero y Francine Gálvez animan en Antena 3 el programa especial del Sorteo Euromillonario de la Once, que va a repartir 10 millones de euros al afortunado portador del número y la serie premiados.
Tras las actuaciones, entre otros, de los cantantes Raúl, Café Quijano y Pastora Soler, comienza a rodar el bombo con las bolas. El cupón de la suerte es el número 88.165, serie 203.
Viernes, 17 de agosto. Los medios de comunicación se hacen eco de los datos que les facilita la delegación de la Once en Aragón: el premio ha tocado en Zaragoza, concretamente a una señora que llamó el jueves 16 a la Organización preguntando cómo cobrar los 10 millones de euros. Con toda la confianza del mundo, Olga Viza da la noticia en el informativo de mediodía de Antena 3 TV: "Es la persona más buscada y más envidiada de España. El miércoles pasado ganó 10 millones de euros. Las pistas que tenemos son éstas: el Supermillonario es una mujer y el cupón se compró en Zaragoza", dice la locutora. Ante las cámaras de Antena 3, Antonio Martín, jefe de Personal de la Delegación de la Once en Zaragoza, insiste en que han recibido una llamada de una persona "que nos ha dicho que es la poseedora del cupón". ¿Identidad? "No sabemos quién es", asegura.
José Luis Puértolas, Jefe del Área de Juego de la Once en Zaragoza, corrobora esta versión en el periódico Heraldo de Aragón e, incluso, explica que una entidad bancaria "nos avisó el jueves por la mañana de que ya había pagado los 10 millones de euros del premio".
Todas estas descripciones forman parte, según entiende Capital, de una mentira, porque la Once ha reconocido oficialmente a esta revista que ese número y esa serie jamás se vendieron. Todo fue un montaje. La Once, que culpa a los delegados territoriales del escándalo sólo destapó esta mentira cuando Capital le comunicó que tenía pruebas de que ese número no había tocado. Y es que, según un documento interno del Departamento de Control del Cupón de la Once que reproducimos abajo, la serie 203 del número 88.165 del 15 de agosto de 2001 figura como "sobrante".
Es decir, que desde Madrid se asignó ese número a la delegación de Aragón por si los vendedores vendían todo su producto y necesitaban más. Como no fue el caso, se guardó en un cajón de la delegación... y no pudo tocarle a nadie. Por lo tanto, la Once mintió también respecto al Sorteo Extraordinario del 15 de agosto de 2001, como ya hiciera con los sorteos del 15 de agosto y 7 de septiembre de 2002 (en esos casos, como denunciamos en nuestro número anterior, los cupones figuraban como "devueltos", es decir, que el vendedor los tuvo en sus manos, no los vendió y los devolvió a la Organización).
La Organización utilizó a la televisión que retransmite su sorteo
Pero en este caso no se trata de otra mentira sobre otro Sorteo Extraordinario. Esta vez, la Once utilizó a una cadena de televisión nacional y abusó de la buena fe de periodistas de reconocido prestigio como Olga Viza o Susana Gris so. Peor aún: la Organización ni siquiera tuvo escrúpulos en utilizar el prestigio de la cadena que retransmite a diario su propio sorteo.
¿Por qué sucede esto en la Once? Porque su situación económica es grave. Un documento interno contiene fragmentos reveladores: "Hundimiento parcial de la facturación en los primeros meses de 2002", 'las ventas en los últimos seis años han crecido un 6.1 %, mientras que el IPC lo ha hecho en un 17% y nuestros gastos sociales en un` 44% "en seis años hemos perdido un 6% de cuota de mercado respecto a los juegos públicos", "si seguimos así, va a ser imposible mantener a corto plazo los compromisos sociales adquiridos"...
Pésima situación que la Once no se podía arriesgar a empeorar dejando que sus ocho millones de clientes pensaran que sus sorteos extraordinarios no tocaban (no olvidemos que en el sorteo de la Once no hay bote, por lo que si el premio no toca, el cliente deja de confiar en ese sorteo, es decir, no compra cupones y la facturación cae).
La cúpula de la Once, responsable última del escándalo
Por eso, la Once hizo trampa y anunció a bombo y platillo que él sorteo del 15 de agosto había dejado un supermillonario en Zaragoza. ¿Responsables? Aunque en el cuartel general de la Once, en Madrid, aseguran que los culpables fueron los delegados de zona, es difícil creer que las oficinas de la Once en Álava (donde no tocó el sorteo del 15 de agosto de 2002). Asturias (7 de septiembre de 2002) y Aragón (15 de agosto de 2001) actuaran por su cuenta. Pero, por si acaso, repasemos qué pasó exactamente en Zaragoza el 15 de agosto de 2001.
Sabemos que la serie premiada, la 203 no tocó. Pero, considerando el daño que eso hacía a un sorteo que no tiene bote los dirigentes de la Once seguramente pensaron en una solución rápida: había que anunciar un ganador y, sobre su identidad, acogerse a secreto de sumario. ¿Y el vendedor? Cuando la Prensa preguntó por la persona que había dado el premio, la respuesta fue: "No lo sabemos. Sólo sabemos que fue en uno de los kioscos cercanos a El Corte Inglés", dijeron los portavoces de la Once en Zaragoza.
Pero. en realidad, es imposible que la Organización no sepa a qué vendedor asigna los cupones, ya que la Once registra automáticamente cuántos y cuáles cupones le da a cada vendedor cada día.
Y la mentira va más allá. "Sólo sabemos que fue en uno de los kioscos cercanos a El Corte Inglés", en palabras de la Once. Cerca del establecimiento de esta firma en Zaragoza hay dos kioscos: uno en la parte posterior, donde la venta es menor, y otro en la entrada principal del establecimiento. que recibe la visita de los miles de clientes que cada día entran a El Corte Inglés. Lo razonable era pensar que se había vendido ahí.
El vendedor habitual del kiosco de la entrada principal estaba de vacaciones. así que en su puesto se encontraba un sustituto. ¿Se imaginan quién era'.' José Antonio Zalacaín Salanova, primo hermano de Rosa Ana Salanova Peralta..., la actual esposa de Mario Loreto Sanz Robles, vicepresidente de la Once y verdadero factótum de la institución. Si alguien se acercaba al kiosco a preguntar por el premio, nada mejor que tener allí a un hombre de confianza.
Desde luego, no se puede decir que a Mario Loreto Sanz y a la cúpula directiva de la institución les saliera mal la jugada, porque nadie sospechó. Tanto es así que volvieron a repetirla en los sorteos del 15 de agosto y 7 de septiembre de 2002 (Miguel Carballeda admitió en Telecinco que esos premios no habían tocado y la propia institución lo ha reconocido a Capital). Pero el sorteo del 7 de septiembre incluyó una escandalosa sorpresa más. Para ese día, la Once anunció que sacaría a la venta 200 series de cada número. Sin embargo, numerosos testimonios aseguran que en realidad, no puso todas esas series a disposición de los clientes. Según una vendedora de Alicante, "a algunos vendedores nos dan la serie completa. Como yo estoy en un buen puesto, a mí siempre me la dan, menos ese día, que me enviaron sólo hasta la 150. Evidentemente, si no me dieron las otras series es porque no salieron de Madrid". Un empresario de la Comunidad Valenciana añade: "Le pedí al vendedor la serie completa de un número y sólo me dio hasta la 150. Le pregunté por las otras 50 y me dijo que no las tenía y que lo consultaría con su inspector. Al día siguiente, me contestó que el inspector le había aconsejado que me dijera que tenía que pedirlo a Madrid y que tardaría casi un mes en traérmelo".
Recordemos que la serie premiada el 7 de septiembre fue la 162. Miramos el documento del ordenador del Departamento de Control del Cupón de la institución que está en nuestro poder y la situación del boleto es "reserva en imprenta". Todo encaja. Según estos testimonios (y otros similares), la Once no sacó a la venta de las series 151 a la 200. Eso quiere decir que limitó las posibilidades de premio de los clientes, porque no puso en los kioscos todas las series que luego sí estaban en el bombo.
No se acaban aquí los despropósitos de la cúpula de la Once. En nuestro número anterior denunciábamos que Mario Loreto Sanz había enchufado a su hermano Manuel Sanz en la delegación de Salamanca de Pilsa, una de las empresas de la corporación empresarial de la Once y a la mujer de éste, Emilia Nieto, en la Once en Salamanca. El matrimonio alquiló entonces el bar que regentaban en el pueblo salmantino de Miranda del Castañar a una familia del pueblo por 1.000 euros al mes.
Pues bien, uno de los hijos de este matrimonio ' (sobrino de Mario Loreto) es Pedro Sanz Nieto. Pedro trabajaba en el bar de sus padres en Miranda del Castañar y su mujer, María Isabel Martín, regentaba una humilde peluquería.
Discreto futuro... hasta que Mario Loreto le consiguió a su sobrino un puesto de vendedor en Valencia, donde Carballeda era delegado territorial. A otro de sus sobrinos. Manuel Sanz Robles, le consiguió otro puesto de vendedor en las islas Baleares.
Los dos hijos de Mario Loreto Sanz también trabajan en la Once
Mario Loreto tiene otro hermano. Pedro Sanz, cuya mujer trabaja en Flisa, propiedad de la Once, y un hijo suyo es inspector en Tarrasa. Además, dos hijos de Loreto, fruto de su primer matrimonio también trabajan en la Once.
Mario Sanz Jiménez es inspector de ventas y su mujer. Ana Miriam, es cuidadora en el Colegio Antonio Vicente Mosquete. de la Once. Su otro hijo es Juan Pedro Sanz, que es ordenanza en el grupo de empresas de la Once mientras que su mujer, Paloma, trabaja en la imprenta del cupón.
Y el nepotismo no acaba aquí. Mario Loreto se casó en segundas nupcias con Rosa Ana Salanova, que es su secretaria en la Once. Rosa Ana tiene una hermana, Mercedes, que es inspectora de la Once en Toledo, donde también trabaja su marido, José Millán. Tres primos hermanos de Rosa Ana también trabajan en la Once, incluido José Antonio Zalacaín, el vendedor que estaba en el kiosco de Zaragoza donde no tocó el cupón del 15 de agosto. A nadie extraña, por tanto, que el jefe de la Organización viva en una de las mejores urbanizaciones de Madrid, en Conde Orgaz, en un lujoso piso de alrededor de 400 metros cuadrados. Lo que sí es más difícil de justificar, teniendo en cuenta que la propia Once reconoce que los servicios sociales que presta están en peligro por la tremenda crisis que atraviesa, es por qué Mario Loreto ha comprado recientemente un chalé en la urbanización Las Dunas de San Fernando, en Oliva (Valencia) junto al de Miguel Carballeda. No sólo eso, sino que en la misma urbanización hay cinco viviendas adosadas: una es del director general de la Once, Miguel Carballeda; otra es de Rafael Mondácar, que como responsable de las inversiones de la Once en Latinoamérica cobra alrededor de 4.400 euros netos al mes; la tercera es de Maria Pilar Salanova, cuñada de Mario Loreto; la cuarta es de Pilar Peralta, la suegra de Mario Loreto, y la quinta es del propio Mario Loreto (a través de Ploysil S.L.). Las sorpresas no acaban aquí. Junto a estos cinco chalés adosados se encuentran otros dos: uno es de Mario Loreto, a través de Ploysil, y el segundo pertenece a... Feliciano Monje Garijo, responsable de la estructura sindical de la institución. Secretario general de la Unión deTrabajadores de la Once (UTOUGT), sindicato mayoritario con el 82% de representación, preside el Comité Intercentros. En definitiva, es la persona que tiene que luchar por los intereses de los 23.000 trabajadores de la Organización.
MONJE, DUEÑO DE UN AUDI A6 VALORADO EN 42.000 EUROS
Curiosa forma de enfrentarse ala Organización la de cornprarse una casa junto a la del máximo jefe de la Once. Peor aún: como vemos en el documento que reproducimos en el recuadro de la izquierda, el 21 de febrero de 2001 Monje se compró un Audi A6 que puso a nombre de su actual mujer, Ana Trujillo Rubiales. El precio de mercado de este vehículo ronda los 42.000 euros. No está mal para un sindicalista. Además, no le tembló la mano al firmar el XI Convenio Colectivo de la Once junto a Miguel Carballeda y dos meses después (en pleno escándalo Gescartera) acompañar a Carballeda al pueblo salmantino de Sierra de Francia, donde nombraban a Mario Loreto Sanz prioste mayor del pueblo. Esto demuestra el vínculo de amistad entre Sanz, Carballeda y Monje.
Seguramente, mientras paseaba vestido de prioste por Sierra de Francia junto a su mujer, Monje no recordaba lo que significaba el convenio colectivo que había firmado en julio. Este convenio rebaja la retribución básica a los vendedores que menos facturan (a los que no llegan a un determinado número de cupones vendidos por día). Según datos de Comisiones Obreras, entre un 15% y un 20% de los vendedores no llegan a ese tope mínimo, por lo que la Once ha reducido el gasto en salarios. Además según el resto de las organizaciones sindicales de la Once, el convenio "establece unas condiciones indignas para los trabajadores de la institución". Numerosos vendedores denuncian amenazas y persecuciones de los inspectores de la Once, quienes les obligan a hacer largas jornadas para que vendan más. "En Canarias hay vendedores que tienen que comer en la calle y muchos turistas les confunden con mendigos y les echan monedas", asegura una vendedora.
La propia Once lo reconoce en un documento interno: "La dificultad de nuestros vendedores se traduce en el incremento de las jornadas de trabajo más allá de lo socialmente aceptable".
Pero esta batalla parece que no va con Feliciano Monje, un hombre que rescató Mario Loreto Sanz del paro y que promocionó dentro del sindicato hasta convertirle en el máximo responsable. Igual que toda la familia de Sanz, la de Monje también trabaja en la institución. Su segunda mujer, Ana Trujillo, es secretaria en el Comité Intercentros, y sus siete hijos desarrollan diferentes actividades en la Organización pese a que ninguno de ellos es ciego ni sufre discapacidad alguna. Además, Monje, que tampoco es invidente, tiene varias casas y fabulosos coches.
Está claro: la Once, una institución social con más de 60 años de historia y con una encomiable labor en favor de los invidentes, se ha convertido en el cortijo de unos pocos Lujosas casas, potentes coches, insultante nepotismo... Mientras, a los 23.000 vendedores de la Once se les reduce el sueldo, se les obliga a trabajar jornadas de 10 horas seguidas en la calle, y se les amenaza si no venden más Cupones. "En mi ciudad es normal que a los vendedores cojos que se quejan les asignen una calle y a los mancos, un kiosco", dice un vendedor. Quizá sea el momento de que alguien piense de verdad en arreglar esta institución.
Carlos Ribagorda
LAS MENTIRAS DEL DIRECTOR GENERAL. SOBRE LOS SORTEOS EXTRAORDINARIOS
E118 de noviembre, Miguel Carballeda dijo a la agencia Efe que la información que publicó Capital el mes pasado (que los Supermillonarios del 15 de agosto y 7 de septiembre de 2002 no tocaron pese a que la Once anunció a bombo platillo que sí) era "absolutamente falsa". Sin embargo, el 20 de noviembre en Telecinco y el 4 de diciembre en TeleMadrid Radio, el mismo Carballeda reconoció que "en esos sorteos, la serie premiada coincidió con la devolución", es decir, que fueron devueltos, como denunció Capital. Como vemos, el director general de la Once no dudó en mentir a la agencia de noticias.
SOBRE EL CUPÓN SEMANAL
En el numero anterior publicamos que la Once sólo saca a la venta hasta la serie 50 del cupón semanal, limitando las posibilidades de premio a los compradores de este abono en los sorteos a diario porque estos días las series que entran en el bombo son más de 50. Pero Carballeda aseguró a Efe que esto también era "falso". Pero si él dijera la verdad, ya habría sacado abonos con series superiores a la 50. En cualquier caso, su explicación es más grave: "Asignamos unas series al abono semanal y otras series diferentes al cupón diario: toca uno u otro". Esto quiere decir que, por ejemplo, del lunes 30 de septiembre al domingo 6 de octubre (abono de la derecha), la serie 002 del número 70.215 se ha reservado al cupón semanal y es imposible que un cliente del cupón diario pueda adquirir ese número y esa serie en ningún kiosco de España. Pues bien, si es así, la Once no sólo estaría engañando al comprador del abono semanal sino también al del cupón diario, ya que tampoco a diario le daría al cliente la oportunidad de adquirir todas las bolas que entran en el bombo. Es decir, que si la Once ha retirado la serie 002 del número 70.215 porque la ha reservado al cupón semanal, el cliente del cupón diario no tiene el 100% de probabilidades de ganar el premio porque hay una serie que no puede comprar.
SOBRE SUS PROPIEDADES
Cualquiera que lleve trabajando 15 años en una empresa puede tener tres casas", decía Carballeda. Es discutible. Pero Capital no denunciaba eso, sino que, pese a tener tres casas, la Once le pagaba los 2.700 euros de alquiler que cuesta su fabuloso piso en Madrid. Además, dijo que "los había comprado antes de ser director general". Nueva mentira. Como demuestra el Registro de la Propiedad, el piso de Oliva lo compró en abril de 2001, un año después de acceder al cargo.
LA INSTITUCIÓN Y SU OBRA, AL MARGEN DE LOS DIRIGENTES
"Si la Once no existiera, habría que inventarla". Es la frase que más repiten los 23.000 vendedores y los 63.000 afiliados de la institución. Fundada el 13 de diciembre de 1938 por el ministro de gobernación de Franco, Ramón Serrano Súñer, y democratizada e impulsada por Antonio Vicente Mosquete (ex presidente de la Once) hasta su muerte en 1987, la institución ha alcanzado un nivel de acción social que es la envidia del mundo.
Cada año destina alrededor de 155 millones de euros a servicios para sus afiliados. Destacan los más de 300 centros que tienen para prestar todo tipo de apoyos a los ciegos españoles: rehabilitación, uso eficaz del resto de visión, enseñanza de estrategias para realizar las labores dianas (cocinar maquillarse, peinarse, limpiar, usar el teléfono, ir a la compra...), ayudas para la formación escolar de más de 8.500 niños...
Y aquí no acaba su obra social. El Centro de Investigación, Desarrollo y Aplicaclón Tiflotécnica (CIDAT) desarrolla nuevos aparatos que facilitan la vida diaria de los afiliados: bastones, calculadoras especiales, Impresoras de escritura braille... Además, la Once ha creado la Fundación del Perro Guía, que cuenta con un centro de adiestramiento de estos animales, básicos para la movilidad de las personas ciegas junto con los bastones.
Desde esta funndación, se han facilitado ya cerca de 750 perros guía en nueve años.
La Organización tampoco ha descuidado el empleo de las personas ciegas en España. Desde 1987, la Institución ha creado más de 26.000 empleos estables y se ha comprometido a crear 20.000 más hasta 2009. El resultado es que el 93% de sus afiliados en edad de trabajar tiene empleo estable.
A eso habría que añadir la labor que realiza para los discapacitados españoles no ciegos la Fundación Once.
Desde su creación en 1987, ya ha facilitado empleo a más de 24.000 discapacitados en España. De las distintas vías de creación de empleo de la fundación, la que ha tenido más éxito es el programa Inserta, destinado a introducir empleados discapacitados en empresas solventes ajenas a la Once.
Así, empresas como BBVA, MRW IBM o Carrefour han entrado en este programa, al que recientemente se han unido Alcampo, Ford, Eroski o el Grupo VIPS.
Pero el grueso de los empleados de la Once son los vendedores. Un ejército de 23.000 personas que empiezan a trabajar a las ocho y media de la mañana y que, en algunos casos, no lo dejan hasta les nueve de la noche. Más de 10 horas de jornada laboral, a lo que hay que añadir las leoninas condiciones en las que tienen que desarrollar su trabajo. No olvidemos que la mayoría lo hace en plena calle (la Once sólo posee 8.500 kioscos), sea verano o invierno. Cada uno de ellos vende alrededor de 9.000 euros al mes en cupones, la base de su sustento y el de le propia Organización. Por eso, muchos no entienden por qué los dirigentes de la institución han puesto en peligro la única fuente de ingresos de tantas personas. "Los vendedores vivimos muy mal mientras que los delegados territoriales tienen buenos coches y casas", se queja una vendedora de La Rioja. "A mi me hacen trabajar a 37 kilómetros de mi casa pese a que hay plazas libres en mi ciudad", explica otra de Pamplona.