«En la ONCE hay una carencia absoluta de democracia, y, además, el cupón va mal»
Miguel Durán, ayer, en la sede de la ONCE en Oviedo.
La Nueva España - 23 de marzo de 2003
Oviedo, Ángel FIDALGO
Miguel Durán estuvo ayer en Oviedo para presentar la Plataforma Unitaria de Encuentro para la Democratización de la ONCE (Puedo), de la que es responsable y promotor. ¿Cómo le va la vida desde que dejó la dirección general de la ONCE, hace nueve años?
-Me va bien, no me quejo. Como abogado que soy trabajo asesorando diferentes empresas, básicamente del juego de azar. -¿Y no tiene tentaciones de hacerse de nuevo con las riendas de la ONCE en estos tiempos confusos que está viviendo?
-El gusanillo personal de volver a ser director general no lo tengo, pero sí la preocupación de que en la ONCE las cosas no van bien, que hay una carencia absoluta de democracia y de pluralismo interno, y además que el cupón está en recesión. -¿Qué es lo primero que hay que hacer en la institución?-Redemocratizarla para que haya libertad y pluralismo, que se profesionalice y que deje de funcionar la designación a dedo de los cargos. Creo también que hay que darle un impulso importante al cupón. El mundo del juego de azar es muy competitivo. -Y por lo tanto... -Hay que intentar que esta institución, de la que dependen miles de personas que no tienen otra alternativa laboral, esté otra vez en el plano de la modernidad. -¿Quiere decir que desde que usted se marchó el castillo de naipes se fue abajo?
-La gente que ha quedado, que estaba conmigo en aquel tiempo, ha optado por una política de opacidad y de no presencia activa en la sociedad. Pero lo más grave no es esa pérdida de imagen, sino el hecho de que no acertaran en ninguna de las reformas que han hecho del cupón y que liquidaran la democracia interna de la institución. -Apareció el «caso Gescartera» y los sobresueldos de los directivos. En definitiva, la imagen de la ONCE quedó en entredicho.
-El caso de Gescartera es muy peculiar. Nosotros tenemos la convicción de que a nivel interno no se ha dicho ni muchísimo menos toda la verdad. -¿Qué quiere
decir?
-Que creemos que ha habido algún cabeza de turco que ha pagado los platos rotos que otros rompieron. -Dé nombres.
-José Manuel Pichel, que es la persona que finalmente está imputada en el procedimiento que tiene la juez Palacios, no es ni muchísimo menos el responsable, sino que la cuestión está mucho más arriba. -¿Cuánto más arriba?
-En la presidencia del consejo general y en la presidencia del único grupo que existe en la ONCE, Unión Progresista. Hablo de los señores José María Arroyo y Mario Lorenzo, que son los que tienen que responder de eso. -¿En todo ese tiempo, qué pasó con los mecanismos de control interno?
-No existen porque se ha ejercido una política nepotista y de amiguismo. -¿Y el Gobierno?
-Mira para otro lado. No sabemos si lo hace porque tiene miedo de que se empiecen a destapar cosas de la ONCE, de Gescartera o de la venta de Onda Cero a Telefónica. -¿Qué se puede destapar?
-Cuáles fueron las motivaciones que estuvieron detrás de la implicación de la ONCE en un chiringuito financiero como fue Gescartera. También nos gustaría saber qué pasó en la negociación que motivó la venta de Onda Cero al grupo Telefónica, porque fue una operación hecha con absoluto oscurantismo. -¿Y los sobresueldos?
-Hemos acudido al Juzgado de guardia porque no puede ser que al vendedor se le esté quitando cada día más poder adquisitivo y que la alta dirección esté cobrando 50 y 60 millones de pesetas al año, y además un sobresueldo a través de una sociedad mercantil interpuesta. -¿Dice que alguien se forró, y de verdad?
-Sí. Nosotros tenemos esa convicción. Además, los vendedores de la ONCE y los empleados, que son los que padecen ahora el miedo y la represión, son un buen colectivo que merece el respaldo del público. La ONCE es única en el mundo y si desapareciera o se llegara a deteriorar mucho, miles de personas se quedarían sin alternativa de empleo. Por eso hemos decidido que va a haber oposición interna y controles, y se lo estamos exigiendo al Gobierno. El ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, no puede seguir ignorando esta situación, porque si no al final la responsabilidad va a ser suya. -¿Por qué?
-El Gobierno tiene el deber de ejercer la tutela sobre la ONCE. -¿Qué respaldo tiene su plataforma?
-Tenemos unos mil afiliados en toda España y sobre todo mucha gente que simpatiza con nosotros, pero que no se atreve a dar el paso por miedo. -¿Su objetivo es el de hacerse con el control de la ONCE?-De momento tenemos el objetivo legítimo de ser oposición y de impedir que vuelva a haber pucherazo en las próximas elecciones. -¿Por qué duda del proceso electoral?
-La dirección es la que impone las normas electorales y juega con las cartas marcadas porque controla el voto por correo, utiliza todo el aparato Interno de la institución. -¿Tiene tentaciones del salto a la política?
-No. He tenido invitaciones de distinta naturaleza y no me interesa. Tengo más voluntad empresarial y profesional que política. -Insisto. ¿Y regresar por la puerta grande a la ONCE?
-Si realmente conseguimos oposición y después democratización yo no tengo aspiraciones, pero ésta sí es la cuenta pendiente que tengo con el pasado y lucharé por eso. -¿Los gobiernos de turno quieren utilizar a la ONCE políticamente?-Siempre ha ocurrido y supongo que ocurrirá, pero lo que tiene que hacer la dirección de la ONCE es marcar bien el territorio que a cada cual le corresponde.