LA ONCE, QUE AHORA SE DEDICA A LLENAR DE CIEGOS LOS MÍTINES DE PP Y PSOE, LE PONE UNA VELA A DIOS Y OTRA AL DIABLO
El Confidencial.com – 13 de mayo de 2003
Viaje gratis total y dieta de seis euros. Con este gancho (sic), el presidente de la ONCE, José María Arroyo, inmerso en su particular campaña electoral,logró congregar ayer a un buen número de ciegos en el Polideportivo Antonio Vicente Mosquete. ¿Motivo? La celebración de un mitin del PP con lo más granado del partido en el ámbito nacional (Aznar), autonómico (la candidata Esperanza Aguirre) y local (el candidato Gallardón).
"Actos como éste son de gran importancia para nuestra organización y para el resto de colectivos de discapacitados, por lo que nos tenemos que plantear, como primer objetivo a alcanzar, cubrir el 100% del aforo de las instalaciones en las que va a tener lugar", arengaba recientemente el secretario general del Consejo General de la ONCE, Jorge Iniguez Villanueva. En contra de lo que pudiera parecer, de estas palabras no se deduce que la Organización Nacional de Ciegos, dependiente del Ministerio de Trabajo, apoye al Partido Popular. No lo hace. Arroyo juega a dos barajas y no duda en poner una vela a dios y otra al diablo. Ayer le llenó el Vicente Mosquete al PP y hace dos meses hizo lo propio con Zapatero... no sea que vaya a ganar las generales de 2004.
El encuentro con el líder socialista tuvo lugar en marzo y, días antes, Arroyo les hizo llegar el siguiente e-mail a los miembros de la ONCE: "El próximo 15 de marzo, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, mantendrá un encuentro multitudinario; salvo que tengas algún compromiso `ineludible´, ruego tu asistencia al mencionado acto". Una vela a Aznar... y otra a Zapatero.
Todo son parabienes para ambos. Pero ayer, en pleno mitin del PP, además de los elogios de turno, Arroyo dedicó unos minutos a `hacerse´ campaña como candidato –casi como único candidato- a las elecciones de la ONCE que tendrán lugar el próximo 3 de junio de 2003. Aprovechando la presencia de Aznar, el presidente de la ONCE se marcó un discurso: "Aplaudamos a un compañero de la ONCE que ayer estuvo a punto de ser agredido en Barcelona". Aplausos y vítores de los presentes a mansalva.
No hubo agresión, pero sí que hubo –y hay- una guerra soterrada entre la Organización de Ciegos, presidida por José María Arroyo y dirigida por Mario Loreto, y la Plataforma Unitaria de Encuentro para la Democratización de la ONCE (PUEDO), liderada por Miguel Durán. En las últimas semanas, PUEDO viene denunciando insistentemente falta de democracia en la Organización Nacional de Ciegos; situación que garantiza a Unidad Progresista (UP), el partido en el poder, la victoria en las próximas elecciones.
El pasado domingo, dos miembros de PUEDO se colgaron de dos torres de la Sagrada Familia de Barcelona para denunciar la situación de la ONCE. Abajo, Durán y decenas de miembros de la plataforma con una pancarta: "Basta ya de pucherazo en la ONCE". Al lado, dos pupilos de Arroyo (Manuel Fernando González, director de comunicación de Miguel Carballeda, director general de la organización, y la esposa del primero) haciendo fotos y pidiendo los datos a los manifestantes, lo que provocó la ira de éstos. Más madera, es la guerra.
Ayer lunes, en Madrid, varios miembros de PUEDO se encerraron con el ministro Eduardo Zaplana y le hicieron llegar sus quejas. Sobre la mesa del titular de Trabajo pusieron todos los escándalos que han salpicado últimamente a la ONCE. Zaplana, en plena campaña y candidato en la quiniela sucesoria, se lavó las manos como Pilatos.