Asociación de Minusválidos Sensoriales. Ése es el organismo fantasma que utilizaron para desviar fondos de la Fundación Once hacia su única oposición política interna.

Como en ocasiones anteriores (...) nuestra asociación se ve en la necesidad de solicitar un año más la colaboración de la Fundación Once mediante la aportación de 18.650 euros. Firmado: Jesús María Eguino Villasol. Presidente de Alternativa Social [AS]". Estas líneas se corresponden con parte de una carta que envió Eguino, líder de la única oposición interna que tienen las actuales directivos de la Once, a los responsables de la Fundación en abril de 2002.

En ella les explica que, para continuar con sus actividades, AS necesita su aportación económica para tres actividades: acciones de comunicación, reuniones de coordinación y modernización de la maquinaria. En total; Eguino solicita 18.650 euros. "Es cierto", admite el presidente de este grupo político. "Nosotros solicitamos periódicamente dinero a la institución y hay veces que hemos recibido fondos", asegura. La Once, pese a nuestras llamadas, no ha querido responder a las preguntas de Capital.

¿Se imaginan al Partido Popular recibiendo dinero según el criterio del Gobierno del PSOE? ¿Qué clase de oposición política haría Mariano Rajoy? ¿Se atrevería a plantarle cara a José Luis Rodríguez Zapatero si su supervivencia económica dependiera de él? Pues eso es lo que está pasando en la Once: que la única oposición interna que existe a los directivos actuales sobrevive gracias al dinero que le conceden esos mismos directivos.

Alternativa Social recibió 27.000 euros tras las elecciones de 2003

Para comprenderlo hay que saber que la institución de ciegos funciona como un Estado en el que hay elecciones cada cuatro años y partidos políticos que optan a la presidencia. En las últimas, celebradas en 2003, la formación de los jefes, Miguel Carballeda, presidente, y Mario Loreto, vicepresidente y verdadero líder en la sombra de la institución, obtuvo más del 90%, de los votos. Y el único partido que consiguió representación al margen del mayoritario fue el de Eguino, que reunió un 6% de los sufragios. "Nosotros recibimos una cantidad única en función de los votos obtenidos. En 2003 nos dieron 27.000 euros. Si queremos avanzar y hacer cosas, con eso no sobrevivimos cuatro años", se lamenta Eguino. "He pedido varias veces que eso cambie y, por ejemplo, que se nos asigne una cantidad periódica. Está claro que no he tenido éxito", explica.

Pero más grave aún es que ese dinero salga de la Fundación ONCE y se oculte su rastro. Esta institución se creó en 1988 con la obligación de destinar el 13% de las ventas brutas del cupón a ayudar a los minusválidos no ciegos (sillas de ruedas, adaptación de las calles…). Fue la contrapartida que tuvo que aceptar la Once para que el Gobierno cerrara Prodiecu, el cupón de los discapacitados físicos. Por eso, en teoría, no pueden destinar ni un euro para los ciegos.

Justo lo contrario de lo que demuestran los documentos que reproducimos en las páginas anteriores. En el primer caso (pág. 18, arriba), se puede ver el extracto bancario de un pago de 128.660 pesetas (773 euros) a Alternativa Social (son los gastos de viaje de los asistentes a una reunión de este partido en Madrid). ¿Quién paga? La Fundación Once. ¿Cómo lo justifica? Fijémonos en ese extracto bancario. En la línea de Observaciones se lee: "Expediente 3301/00" (los dos últimos números se refieren al año, el 2000). Si comprobamos ese expediente (3301/00) en la memoria de la Fundación de ese año, donde publica la lista completa de los beneficiarios y que también reproducimos (pág. 19), vemos que, según la Fundación, ese dinero fue a la Asociación de Minusválidos Sensoriales. Pero eso es falso. El extracto bancaria demuestra a quién han ido a parar esos fondos en realidad: a Alternativa Social. Además, reproducimos una nota oficial del Ministerio del Interior donde confirma que esta asociación no existe. "Sobre cómo justifica luego los pagos la Once yo no puedo decir nada", explica Eguino.

En la página anterior publicamos también otro caso que está incluido en el mismo número de expediente y por tanto, sería otra aportación a esa inexistente asociación. El primer documento es una factura por valor de 1.377 euros emitida por Galenas, una compañía propiedad de la Fundación que se dedica a la explotación de tiendas en hospitales (floristerías, kioscos...), para, de nuevo, Alternativa Social. El expediente es 3301/00. Al lado se puede ver el extracto bancario del pago de esa misma cantidad y de ese mismo número de expediente: el ordenante es la Fundación Once y el beneficiario, Galenas. ¿A qué se refiere esa factura? A 88 unidades de relojes despertadores, entre otros regalos.

Al mismo tiempo, Capital ha tenido acceso a otros documentos de ese mismo expediente. Uno de ellos, un pago del 2 de abril de 2001 por valor de 1.464 euros: el ordenante es de nuevo la Fundación, el beneficiario Galenas, y el concepto de la factura 150 unidades de relojes de pulsera modelo Talk Colore. En la factura se puede leer: "ATT/D. Jesús María Eguino".

"Esto demuestra que no hay oposición real dentro de la Once porque la única que hay está domesticada", asegura Miguel Durán, director general de la Once hasta 1993 y actual líder de la Plataforma Unitaria en Defensa de la Democratización de la Once (PUEDO), otro partido político interno de la institución que no se presentó a las últimas elecciones por considerar que no estaba garantizada la igualdad de oportunidades. El otro grupo opositor es la Unión de Afiliados Independientes (UAI), cuya actividad se limita a Asturias. Se presentó a las elecciones en 2003 y no lograron ninguna representación "porque nos hicieron la vida imposible desde Madrid'", según su presidente, Ángel Huerga. "Antes de las elecciones de 2003 Eguino me propuso que fuéramos juntos. Yo le dije que aceptaba pero con la condición de que hiciéramos oposición real a Carballeda y a Mario Loreto. Me contestó que entonces no"; relata hoy Huerga.

En cualquier caso, no es la primera vez que los directivos de la Once inventan un organismo fantasma para desviar dinero de la Fundación. En diciembre de 2004 ya publicamos que otra asociación, en este caso la Asociación de Jóvenes Minusválidos Sensoriales (nombre muy parecido al descubierto ahora), era la tapadera para trasvasar fondos de la Fundación al propio partido de Carballeda y Loreto, Unidad Progresista (UP).

Fondos para su propio grupo político, para la oposición... No solo eso. En 1999, también salió dinero, 16.227 euros, para subvencionarle la compra de un coche a Mario García, que luego fue elegido presidente de Cocemfe, la institución más importante de los minusválidos físicos (ver recuadro de arriba) y del Cermi, el organismo que agrupa a todos los discapacitados de España.

Y en 2000, directivos de la Once se fueron a Disneyland París con el dinero de la Fundación. En el Expediente número 0754/2000, referido a este caso, se puede leer: "Tradicionalmente desde la Fundación Once, y aprovechando la celebración de las finales del Campeonato de Europa de baloncesto de silla de ruedas, se viene celebrando unas jornadas de convivencia (...).Dado que en el presente ejercicio el Club Deportivo Fundosa no ha podido clasificarse para las citadas finales (porque fueron eliminados en el preeuropeo de Bonn), se adoptó la decisión de mantener las citadas jornadas de convivencia en París". Según las facturas que obran en poder de Capital y que emitió Viajes 2000, una agencia de viajes de la Once, fueron 137 personas y los gastos sumaron 108.943,59 euros.

Pese a todo, mezclar la gestión de los directivos de la Once con la labor que realiza en la sociedad la institución sería un error. La organización de ciegos no tiene parangón en el mundo y su labor social es imprescindible: más de 60.000 afiliados a los que la Once les hace la vida más fácil. Lo malo es que los ingresos del cupón, grueso de su facturación, son cada día menores. Y las irregularidades cometidas por sus directivos no ayudan.

Recuadro: Dos años denunciado irregularidades. Anunciaron ganadores falsos de premios, desviaron fondos de la Once a sus cuentas privadas, financiaron su partido político con el dinero de la Fundación... Capital lleva dos años denunciando irregularidades de los dirigentes de la Once ante el silencio de los gobiernos.

Recuadro: REPRESENTANTE DE LOS MINUSVÁLIDOS, Oficialmente es el máximo representante de los discapacitados de España. Como presidente del Cermi, Comité Español de Representantes de Minusválidos, Mario García (a la derecha junto a José Luis Rodríguez zapatero) es la imagen dé este colectivo. Pero, oficiosamente, este organismo también está dominado por la Once, que ha puesto como dirigente a alguien cuya discapacidad no es la ceguera para romper con la idea, extendida en el mundo de los minusválidos, de que los ciegos lo controlan todo. Es miembro de la Plataforma en Defensa del Cupón y rara vez critica a la Once. No ha contestado a la llamada de Capital sobre la subvención que recibió en 1999 para la compra de un coche.

Seguramente no lo creeríamos sí no lo viéramos. En 1999, la Fundación Once pagó 2,7 millones de pesetas (16.227 euros) a Mario García, que poco después se convertiría en presidente de Cocemfe (máximo representante de los discapacitados físicos de España) y después del Cermi, para la adquisición de un vehículo. Para enmascararlo, alguien de la Once no dudó en utilizar otro nombre en la lista de beneficiarios: María González García. Pero la trama se descubre si nos fijamos en el número de expediente: 2021/1999.

Se llama José Sánchez, tiene 56 anos y vive en Chiclana de la Frontera, localidad de Cádiz. Trabajador de la Once durante 30 años, en diciembre de 2004 solicitó dinero a la Fundación, obligada a destinar el 3% de las ventas del cupón a los minusválidos no ciegos, para comprar una silla de ruedas, ya que la que tiene (foto de abajo) "resulta muy pesada y me dificulta las actividades básicas diarias", según explica él. Esta Silla pesa alrededor de 40 kilos y José pedía 3.000 euros para adquirir una más ligera y no tener que depender de su mujer para moverse. Pues bien, la Fundación, que le ha pagado un coche al presidente del CERMI y relojes a su única oposición política dentro de la institución, le contestó en enero de 2005 que "[la Fundación] ha acordado denegar su petición (...), no disponiendo par tanto de partida presupuestaria para casos como el que nos ocupa".

"Ya no sé a quien acudir", asegura este gaditano que padece secuelas poliomielíticas (parálisis). También le ha enviado una carta al Defensor del Pueblo Europeo, que le remitió a su homólogo español, quien a su vez le contestó que la Once era una empresa privada y que no podían hacer nada. Tampoco ha, obtenido respuesta ni del Ministerio de Trabajo español ni del comisario Europeo de la Discapacidad, que también le remitió a las autoridades españolas.

Fdo.: Carlos Ribagorda