El que fuera director general de la ONCE desde junio de 1986 hasta el 13 de septiembre de 1993, en que presentó su dimisión, Miguel Durán, acaba de constituir la Plataforma Unitaria de Encuentro para la Democratización de la ONCE (Puedo) con la que, junto a «un número creciente de afiliados», exige «el cese de la corrupción interna» de la institución. Durán pugnará por sustituir al actual director general, Miguel Arroyo, en las elecciones que podrían celebrarse en la próxima primavera.

Durán denuncia la «gravísima situación» que atraviesa la ONCE en sus «actuaciones y actividades», responsabilizando de todo ello a «un poder omnímodo y antidemocrático» que es ejercido por Mario Loreto, presidente de Unidad Progresista, el único grupo que, según el ex director general, «se permite materialmente que tenga actuación en la ONCE». Asimismo, la plataforma asegura que Loreto y su grupo dicta «reglas amañadas; administra el dinero de la ONCE en provecho propio y de sus colaboradores, otorgando puestos de trabajo no sujetos a oposiciones ni concurso; represaliando a todo aquel que le lleva la contraria»...

Durán también hace referencia al escándalo de Gescartera, en que estuvo implicada la ONCE, así como a las informaciones sobre posibles «manipulaciones del cupón» y los «sistemas opacos urdidos para ocultar grandes cantidades extra de dinero que se llevan además de sus importantes sueldo».

Ante esta situación, explican que no se van a quedar cruzados de brazos porque «están hundiendo el cupón» y empeorando las condiciones laborales de los 23.000 vendedores. Y suma «la pérdida de imagen pública; el abandono de los servicios sociales... o los escándalos de dinero que cobran subrepticiamente».

Por todo ello, piden la intervención del titular de Trabajo como presidente del Consejo de Protectorado para «acabar con la corrupción».