Noticia: Economía multa a Deloitte con 480.000 euros por la auditoría de la Fundación Once.

Es la cuarta mayor multa impuesta a una firma en españa

El Icac ha sancionado a la auditora por la revisión de las cuentas de la entidad en 1999 y 2000,que fue realizada por la antigua Andersen,hoy integrada en Deloitte.La compañía,que fue castigada por el‘caso Gescartera’,ha recurrido.

M.Fernández / M.Á.Patiño. Madrid- Expansión, jueves 11 de noviembre de 2004

El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (Icac) ha vuelto ala carga contra las auditoras. El nuevo presidente de este organismo dependiente del Ministerio de Economía, José Ramón González, ha decidido sancionar a Deloitte, por incurrir en dos infracciones graves en la revisión de las cuentas de 1999 y 2000 de la Fundación Once.

Según el Icac, que se encarga del control de las auditoras, las infracciones han consistido en "dos incumplimientos de las normas de auditoría susceptibles de causar perjuicios económicos a terceros o a la empresa o entidad auditada". No obstante, ni el Icac ni Deloitte aclararon ayer en qué consistía el incumplimiento de las normas de auditoría.

Cada una de las dos sanciones asciende a 243.899 euros, lo que suman un total de 487.798 euros, que Deloitte tendrá que pagar como consecuencia del incumplimiento.

Además, el socio responsable de la revisión de las cuentas de la Fundación Once también ha sido multado, con dos sanciones de 4.207 euros cada una (un total de 8.414 euros). En 2003, Deloitte facturó 225,21 millones de euros en España, donde se incluye los servicios de auditoría, y asesoramiento empresarial, legal y fiscal.

En realidad, la sanción por la Fundación Once (en una etapa que coincide con una crisis en la gestión económica de la entidad) corresponde a la antigua Andersen España, hoy integrada en Deloitte, y a uno de sus socios. En 2002, tras el caso Enron, que supuso la desaparición de Andersen, los arturos españoles se fusionaron con Deloitte.

Fuentes de Deloitte admitieron ayer tener conocimiento de la sanción y aseguraron que "está recurrido por la vía administrativa". En la práctica, mientras una sanción no está recurrida, la auditora no tiene que efectuar el pago. La ley obliga a las firmas a suscribir un seguro de responsabilidad civil, que les ayuda a hacer frente a los daños que pueda causar su actividad.

Esta multa es la cuarta más elevada de la historia de la auditoría en España. La sanción más fuerte fue impuesta a Deloitte por la auditoría de la agencia de valores Gescartera, caso en el que precisamente la Once se vio involucrada. La firma fue multada con 632.000 euros, cantidad que equivale al 3% de la facturación por auditoría de Deloitte.

Otras multas sonadas han sido las impuestas a la antigua Andersen por la auditoría de Corporación Banesto (566.033 euros) y a KPMG por Huarte (551.891 euros).

En el caso de la Fundación Once, cada una de las dos sanciones equivale al 0,35% de los honorarios de auditoría de Deloitte el año pasado. El Icac ha tipificado el incumplimiento de la antigua Andersen en función de la antigua Ley de Auditoría, vigente en el momento en que la firma revisó las cuentas de la Fundación Once; pero ha decidido la sanción en función de la nueva ley, vigente desde 2002.

Entre el cupón y las inversiones empresariales

Aunque el poder de la Organización Nacional de Ciegos (Once) siempre ha estado en el cupón,sus otras dos fuentes económicas han sido la Fundación y la Corporación Empresarial (Ceosa).Entre las tres aportan ingresos de 2.700 millones de euros anuales. La Fundación,a través de Fundosa,ha impulsado empresas‘sociales’. Ceosa –fruto de la reestructuración del entramado de sociedades en las que llegó a estar presente la Once tras la frenética etapa inversora de 1989-1991-, aglutina a compañías con vocación de maximización de beneficios. Aunque el grueso empresarial de la Once es Ceosa,Fundosa cuenta con participaciones en decenas de compañías. Sus ventas agregadas son de 163 millones en empresas filiales y 160 millones en participadas. La Fundación ha estado marcada por sus éxitos sociales –ha dado empleo a 50.000 personas con discapacidad–. pero también por el escándalo de Gescartera en 2001,donde la Once tenía invertidos más de tres millones de euros.